Las autoridades chinas detuvieron este año a un empleado local de una empresa comercial japonesa, según el diario The Nikkei, el último informe de una oleada de redadas en empresas extranjeras y detenciones de su personal en China.

El informe, que citaba fuentes y se hizo público a última hora del domingo, no identificaba a la firma ni al miembro del personal, limitándose a decir que se trataba de un ciudadano chino que supervisaba los metales raros en la empresa. Se desconocía el motivo de la detención, según el informe.

El Ministerio de Asuntos Exteriores chino no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

Hirokazu Matsuno, el principal portavoz del gobierno japonés, dijo que Tokio está siguiendo de cerca la situación.

"Es esencial garantizar la transparencia de la aplicación de la ley y de los procesos judiciales, así como un entorno empresarial previsible y justo en China para promover los intercambios económicos y humanos entre Japón y China", declaró a los periodistas Matsuno, secretario jefe del gabinete.

La detención tuvo lugar en marzo, más o menos al mismo tiempo que una redada en la oficina de Pekín de la consultora estadounidense Mintz, en la que fueron detenidos varios empleados locales de esa empresa.

Ese incidente, así como una redada en la consultora de gestión estadounidense Bain & Co, la detención de un ejecutivo de la japonesa Astellas Pharma y las restricciones de viaje impuestas a un alto banquero de Nomura, han provocado escalofríos en la comunidad empresarial extranjera de China. (Reportaje de John Geddie; Reportaje adicional de Satoshi Sugiyama en Tokio y Ryan Woo en Pekín; Edición de Gerry Doyle)