Suiza, al igual que otros países, ha adoptado normas "demasiado grandes para quebrar" (TBTF) desde la crisis financiera mundial para garantizar que los principales bancos tengan suficiente capital y liquidez para absorber las crisis, con nuevos ajustes que entrarán en vigor en julio.

Resolver el problema de los TBTF ha sido una prioridad para los reguladores estadounidenses y europeos después de que varios bancos, incluido el mayor banco suizo, UBS, fueran rescatados por los contribuyentes durante la crisis financiera.

Pero el gobierno suizo advirtió el viernes que siguen siendo concebibles los escenarios en los que un banco importante tendría dificultades para resolverse de forma ordenada en caso de quiebra.

"Incluso con unos requisitos de liquidez más elevados, son concebibles situaciones en las que los activos líquidos de un banco de importancia sistémica no sean suficientes para llevar a cabo una resolución exitosa", dijo el gobierno en un comunicado. "Para aumentar la confianza de los participantes en el mercado en la capacidad de supervivencia de un banco de importancia sistémica recapitalizado y solvente, está previsto proporcionar una tercera línea de liquidez adicional temporal a través de un respaldo de liquidez público".

Los respaldos de liquidez ayudan a proporcionar un seguro de que los bancos tendrán acceso a dinero en efectivo en una crisis, mitigando así el riesgo de las corridas bancarias, o de que los clientes y las contrapartes abandonen los negocios con un banco en quiebra por la preocupación por su dinero.

El respaldo propuesto por el gobierno permitiría al Banco Nacional Suizo proporcionar fondos a cualquier banco de importancia sistémica en caso de quiebra, en forma de préstamo garantizado por el Estado.

Junto a UBS, el segundo prestamista de Suiza, Credit Suisse, está clasificado como de importancia sistémica, al igual que los prestamistas no cotizados Raiffeisen Group, Zuercher Kantonalbank y PostFinance.

A nivel internacional, un respaldo de liquidez pública forma parte del conjunto de herramientas estándar para las crisis", dijo el gobierno suizo, advirtiendo que "no debe confundirse con un rescate estatal".

Encargó al Ministerio de Finanzas la elaboración de un proyecto de ley para mediados de 2023.