Sewing hizo esta declaración en una reunión anual del consejo de supervisión celebrada para debatir la estrategia. Se produce en medio de una creciente sensación de urgencia en Europa sobre la necesidad de que los bancos se amplíen a medida que la crisis del coronavirus asesta un nuevo golpe al sector tras una década de débiles rendimientos.

Sewing ha hablado antes de querer que Deutsche sea un actor activo en la consolidación bancaria europea, pero dijo en la reunión, celebrada en los últimos días, que por ahora quiere centrarse en mejorar su rentabilidad.

El tema de las fusiones no está actualmente en el primer lugar de la agenda del banco, dijeron las personas. Se negaron a ser nombrados porque no estaban autorizados a hablar con los medios de comunicación sobre las deliberaciones privadas.

Deutsche Bank declinó hacer comentarios.

El banco, con sede en Fráncfort, está avanzando finalmente en una importante reestructuración, cerrando y reduciendo algunas líneas de negocio y desprendiéndose de 18.000 empleados en un esfuerzo por recuperar la rentabilidad tras años de pérdidas. Sewing quiere centrarse en esa estrategia hasta 2022, dijeron las personas.

El año pasado, Deutsche Bank canceló las conversaciones de fusión con su rival nacional Commerzbank. También exploró brevemente una unión con el prestamista suizo UBS.

Otros bancos también están buscando posibles acuerdos para engrosar sus balances y reducir costes. UBS ha estudiado cómo podría absorber a su rival más pequeño, Credit Suisse, y en España, que se ha visto muy afectada por la pandemia, CaixaBank está comprando Bankia por 4.300 millones de euros y Sabadell también ha mantenido conversaciones informales sobre una posible unión.

Para Deutsche, es importante que el banco desempeñe un papel activo en el proceso de fusión, en lugar de quedarse al margen y ser engullido.

La semana pasada, el jefe de finanzas de Deutsche Bank subrayó la lógica de las grandes fusiones bancarias.

"Hemos estado muy centrados en la ejecución de nuestra propia estrategia, y creemos que esa estrategia nos prepararía para participar en la actividad de fusión cuando llegue el momento y surjan las oportunidades adecuadas", dijo James von Moltke.

La pandemia de coronavirus ha sometido a los bancos a una presión adicional al mantener bajos los tipos de interés y obligarles a reservar miles de millones de euros para cubrir las pérdidas previstas por los préstamos agravados.

"La concentración del negocio bancario europeo está en camino", dijo Klaus Nieding, del grupo de presión de accionistas DSW.

"Corona incluso acelerará este proceso. Por ello, 2021 será un año muy interesante en este frente".