Airbus, easyJet y Rolls-Royce han unido sus fuerzas para intentar situar a Gran Bretaña a la vanguardia de la aviación propulsada por hidrógeno, a medida que la industria traza su rumbo hacia la descarbonización.

Los socios lanzaron el martes la alianza Hidrógeno en la Aviación (HIA) para garantizar que la infraestructura, la política y los marcos normativos y de seguridad estén preparados para cuando surque los cielos el primer avión propulsado por hidrógeno.

"Sería imperdonable si realmente los aviones estuvieran disponibles listos para volar y pudiéramos operarlos, pero en realidad, se retrasó porque algunas de estas políticas no estaban realmente en marcha", dijo el director ejecutivo de easyJet, Johan Lundgren, en una rueda de prensa.

Airbus planea introducir un avión comercial propulsado por hidrógeno para 2035, y Lundgren dijo que esperaba que easyJet fuera el primer cliente.

El vuelo con hidrógeno es una de las varias tecnologías competidoras que se están explorando, ya que la aviación se enfrenta a la desalentadora tarea de alcanzar los objetivos de emisiones netas cero para 2050.

Pero los retos del combustible incluyen asegurar un suministro listo producido a partir de energías renovables, rediseñar los aviones para tanques grandes y pesados, y nuevas infraestructuras en los aeropuertos.

Los socios de la HIA, entre los que se encuentran el fabricante de piezas británico GKN Aerospace y la empresa de energía verde Orsted, con sede en Dinamarca, afirmaron que había mucho trabajo por hacer para establecer los marcos pertinentes, y que necesitaban trabajar con el gobierno, además de con los reguladores de la aviación y la seguridad.

Antes de finales de 2023, la HIA afirmó que elaborará un informe en el que se establecerán los hitos que deberán cumplirse en los próximos 10 años para hacer realidad el vuelo con hidrógeno.