Nexalin Technology, Inc. ha anunciado los resultados positivos de un estudio clínico de su dispositivo Gen-2 tACS ("tACS") para el tratamiento del insomnio crónico. Este estudio clínico, realizado en el Hospital Xuanwu de la Universidad Médica Capital de Pekín y en el Hospital Anding de Pekín, evaluó la respuesta al tratamiento de 120 participantes adultos que se dividieron en dos subgrupos de edad preespecificados. Los datos clave del estudio sugieren que el tACS mejora el insomnio crónico y que la edad puede influir en el alcance de la mejoría resultante del tratamiento con tACS.

Los participantes de más edad (50 años o más) experimentaron beneficios más significativos del tACS, en términos de mejora de la calidad del sueño, eficiencia y reducción general del insomnio (p < 0,001), en relación con los participantes más jóvenes. Esto se atribuye a los cambios naturales en la fisiología del sueño que se producen con el envejecimiento y a las distintas manifestaciones de los síntomas del insomnio en las personas mayores. El insomnio crónico se caracteriza por la dificultad para iniciar o mantener el sueño y el despertar temprano por la mañana, que se produce al menos tres noches por semana durante al menos tres meses, acompañado de consecuencias diurnas como fatiga, déficit de atención e inestabilidad emocional.

Como uno de los trastornos del sueño más comunes, el insomnio crónico tiene una alta prevalencia e incidencia, con aproximadamente un 6%-10% de adultos que experimentan esta afección en todo el mundo. El estudio, aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo, de grupos paralelos y multicéntrico, se llevó a cabo durante un periodo de dos meses (compuesto por cuatro semanas "activas", seguidas inmediatamente por cuatro semanas de seguimiento) en pacientes de dos subgrupos de edad preespecificados, comprendidos entre los 22 y los 65 años. Los resultados del estudio clínico, que se publicaron en la revista Journal of Psychiatric Research, demostraron que el tACS reducía significativamente la gravedad del insomnio y mejoraba la calidad y la eficacia del sueño.

Este logro se evaluó en todas las métricas clave, como el Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh (PSQI), la latencia de inicio del sueño (SOL), el tiempo total de sueño (TST), la eficiencia del sueño, la calidad del sueño, la Escala de Calificación de la Ansiedad de Hamilton (HAMA), la Escala de Calificación de la Depresión de Hamilton (HAMD), la Escala de Impresión Clínica Global de la gravedad de la enfermedad (CGI-SI), la Escala de Impresión Clínica Global de la mejora global (CGI-GI) y el índice de eficacia de la Escala de Impresión Clínica Global (CGI-EI).