Teleperformance subió en bolsa el martes después de que Morgan Stanley mejorara su recomendación, afirmando que las preocupaciones del mercado sobre la perturbación causada por la inteligencia artificial generativa (IA) no se ajustaban a la realidad del sector.

Las acciones de Teleperformance han perdido un 18,3% en el año, lastradas por un difícil ejercicio 2023. El grupo también es víctima de las incertidumbres que rodean el auge de la IA, mientras que algunos inversores temen que el despliegue de esta tecnología ponga en entredicho el modelo de negocio del grupo.

"Aunque reconocemos el riesgo de que la IA perturbe la cuota de mercado de Teleperformance, creemos que su valoración exagera los riesgos que plantea en realidad", afirman los analistas de Morgan Stanley en una nota.

En la bolsa de París, hacia las 10:25 GMT, la cotización subía un 4,9% a 107,85 euros, frente a una pérdida del 0,74% del índice SBF 120 a la misma hora.

Los analistas de Morgan Stanley señalan que las noticias sobre IA tienden a tener un menor impacto en las acciones de Teleperformance, lo que podría significar que las preocupaciones ya han sido descontadas.

En febrero, Teleperformance cayó un 14% en una sola sesión tras el anuncio de Klarna, especialista en pagos en línea, de que estaba desplegando un asistente basado en IA.

Los analistas añaden que el riesgo de que la IA aísle por completo al grupo de la cadena de valor es un "peor escenario" que probablemente no se materialice.

Aunque el crecimiento orgánico de Teleperformance podría disminuir ligeramente en los próximos años, la rentabilidad también podría mejorar gradualmente gracias a la automatización que permite la IA, señala la nota.

"Estamos convencidos de que la IA tendrá un efecto deflacionista en el volumen de negocios del grupo (...) pero no consideramos que la automatización conduzca inevitablemente a la internalización y a la consiguiente obsolescencia de los actores de BPO [externalización de procesos empresariales]", afirman los analistas de Morgan Stanley.

(Escrito por Pauline Foret, editado por Augustin Turpin)