Un vistazo a la jornada en los mercados asiáticos.

Los operadores asiáticos de divisas volverán a estar el martes en alerta máxima por la intervención japonesa, después de que Tokio interviniera en el mercado el lunes, catapultando al yen desde un mínimo de 34 años de 160 por dólar y hacia una montaña rusa de volatilidad.

Fue la ruptura de los 160 yenes por el dólar lo que parece haber acabado con la paciencia del Ministerio de Finanzas. El rebote del yen fue quizá exagerado porque Japón estuvo cerrado por festivo el lunes - el dólar cayó hasta 154,50 yenes - por lo que la liquidez del mercado volverá a niveles más normales el martes.

Las acciones chinas han abierto la semana con fuerza, alcanzando máximos de seis meses al mejorar el sentimiento del sector inmobiliario, y la subida del 15% de las acciones de Tesla el lunes tras la visita de Elon Musk a Pekín sólo puede servir de apoyo a los mercados chinos y a la tecnología en general.

Un retroceso en los rendimientos de los bonos estadounidenses -el 5,00% en el rendimiento a dos años vuelve a demostrar ser un techo firme- también ayudará a cimentar el telón de fondo optimista de la apertura del mercado en Asia el martes.

El calendario regional de datos y acontecimientos económicos está repleto de publicaciones que podrían influir en el mercado, entre las que se incluyen: Los PMI chinos, las ventas minoristas japonesas, el desempleo y la producción industrial, las actas de la reunión del Banco de Corea y las ventas minoristas australianas.

Las divisas de todos estos países serán sensibles a estas publicaciones, sobre todo a la luz de la montaña rusa en la que se encuentra el yen y de la intervención de compra de yenes que Japón comunicó el lunes.

El yen terminó fortaleciéndose un 1,5% frente al dólar el lunes, su mayor subida en un día de este año, pero apenas recuperó el terreno perdido en su caída del 1,6% del viernes, el día del anuncio de política monetaria del Banco de Japón.

De hecho, en torno a 156,00 por dólar, el yen entra en las operaciones asiáticas del martes ligeramente más débil de lo que estaba antes de la decisión del Banco de Japón. Si Tokio intervino, está claro que ha conseguido aliviar la presión vendedora sobre el yen, pero está por ver cuánto dura.

La última vez que Japón intervino en el mercado de divisas fue en octubre de 2022, cuando gastó unos 40.000 millones de dólares para comprar yenes cuando la divisa rondaba los 152,00 por dólar. El yen tardó más de un año en volver a ese nivel, y otros cinco meses en superarlo.

El clima económico actual y las condiciones del mercado son diferentes, por supuesto, y quizá la determinación de Japón sea ahora más fuerte que entonces.

Los comentarios del principal diplomático japonés en materia de divisas, Masato Kanda, fueron bastante punzantes: "Los acontecimientos que estamos viendo ahora... pueden describirse como volatilidad especulativa, rápida y anormal. El daño que tales movimientos infligen a la economía es difícil de pasar por alto".

Uno sospecha que los osos del yen estarán mirando bastante por encima del hombro en los próximos días.

He aquí los acontecimientos clave que podrían proporcionar más dirección a los mercados el martes:

- PMI manufacturero y de servicios de China (abril)

- Japón ventas al por menor, desempleo, producción industrial (marzo)

- Actas de la reunión del Banco de Corea