La adquisición puede haber salvaguardado la estabilidad financiera, pero también plantea interrogantes sobre el dominio nacional de UBS y la necesidad de una regulación financiera más estricta en el futuro, afirmó la OCDE en su examen económico de Suiza.

La mayor fusión bancaria desde la crisis financiera mundial, orquestada por el Estado suizo para evitar la quiebra de Credit Suisse, creó un grupo cuyos activos empequeñecen la producción económica del país.

"La adquisición de Credit Suisse por parte de UBS, facilitada por el Estado... estabilizó eficazmente la creciente crisis dentro de Credit Suisse y controló los riesgos de desbordamiento, salvaguardando así la estabilidad financiera, pero plantea nuevos riesgos y desafíos", afirmó la OCDE.

"UBS -que ya era un banco de importancia sistémica mundial antes de la fusión- se ha hecho así aún más grande y, de acuerdo con la normativa 'demasiado grande para quebrar' (TBTF), debe cumplir requisitos reguladores aún más estrictos", añadió.

El Consejo de Estabilidad Financiera, una agrupación de banqueros centrales, funcionarios del Tesoro y reguladores del grupo de las 20 principales economías mundiales, destacó el mes pasado el riesgo que supondría para Suiza una quiebra del UBS e instó a Berna a reforzar sus controles sobre los bancos.

El Gobierno suizo tiene previsto presentar propuestas en los próximos meses sobre cómo endurecer la normativa que afecta a los grandes bancos, incluido el aumento de los poderes del supervisor principal, la FINMA, que ha exigido mejores herramientas.

La OCDE planteó cuestiones en torno a la competencia, ya que el nuevo banco combinado tendría una cuota aproximada del 25% de los depósitos y préstamos nacionales, según datos del Banco Nacional Suizo.

La comisión de la competencia de Suiza es partidaria de una investigación más profunda sobre el dominio de UBS de ciertas partes del mercado, según informó Reuters el mes pasado.

El consejero delegado de UBS, Sergio Ermotti, ha rechazado las advertencias de los críticos sobre el tamaño del prestamista, afirmando que presenta un bajo riesgo, además de ser más fuerte y diversificado tras la adquisición de Credit Suisse.

En su informe, la OCDE también destacó cómo los esfuerzos de los inversores que buscan una compensación por los 16.000 millones de francos de bonos Additional Tier 1 (AT1) de Credit Suisse que fueron amortizados podrían llevar a "litigios costosos y resultados inciertos".

En sus previsiones económicas para Suiza, la OCDE pronosticó que la economía crecería un 0,9% en 2024 y un 1,4% en 2025, por debajo de la tasa de crecimiento media a largo plazo del país, del 1,8%, y de las previsiones de diciembre del gobierno, del 1,1% y el 1,7%, respectivamente.

"La debilidad de la demanda exterior, el endurecimiento de las condiciones de financiación y el aumento de la incertidumbre pesan sobre la economía", señala el informe de la OCDE.

Aún así, el boyante mercado laboral suizo debería ser capaz de absorber las "considerables" pérdidas de puestos de trabajo que conllevará la fusión bancaria, según la organización con sede en París.

El mercado inmobiliario suizo, ultra caro, ha mostrado signos de enfriamiento, también dijo, pero las vulnerabilidades permanecen - con propiedades que se estima que están sobrevaloradas hasta en un 40%.