"El sector empresarial está claramente dividido, tanto en su visión de la actividad económica como en la necesidad de seguir aumentando los precios de venta", dijo el Riksbank en un resumen de la encuesta.

La actividad económica fue más fuerte de lo esperado en el primer trimestre, con una expansión del PIB del 0,6% en comparación con el periodo de tres meses anterior.

Pero eso ha enmascarado una división entre los distintos sectores.

La inflación galopante y los tipos de interés más altos han golpeado con especial dureza a los hogares. El consumo ha disminuido, los precios de la vivienda han bajado y muchos prestatarios hipotecarios tienen dificultades para llegar a fin de mes.

Sin embargo, al sector exportador le ha ido mucho mejor, gracias en parte a la debilidad de la corona sueca.

El Riksbank afirmó que el sector manufacturero se mantiene fuerte, con una producción, unos pedidos y una rentabilidad sólidos.

Pero los minoristas lo están pasando mal.

"El aumento de los costes sigue siendo una preocupación para el comercio minorista, que experimenta un aumento de los costes de compra cuando la corona es débil", dijo el Riksbank.

En cuanto a los precios, las perspectivas también eran dispares. El Riksbank está luchando por reducir la inflación, pero los minoristas tienen previsto seguir subiendo los precios, según mostró la encuesta.

Los fabricantes, sin embargo, afirmaron que las subidas de precios se estaban ralentizando.

El Riksbank tiene previsto subir los tipos al menos una vez más este año, a finales de este mes o en septiembre.