"Está claro que (la debilidad de la corona) no nos está ayudando a bajar la inflación", dijo Floden en un discurso.

Dijo que si el Riksbank encuentra herramientas que puedan apoyar a la corona está dispuesto a utilizarlas.

El banco ha cubierto en los últimos meses su propia exposición a las divisas, ya que espera que la corona se fortalezca, dijo.

"El Riksbank, una de las decisiones de los últimos meses, ha sido cubrir de hecho nuestra propia exposición a las divisas en el balance porque prevemos que la corona se apreciará fuertemente en el futuro", dijo Floden.

La divisa sueca cotiza a 11,92 frente al euro, un 7% más débil en lo que va de año.

El Riksbank ha subido los tipos al 3,75% desde el 0% de abril del año pasado. El endurecimiento de la política está surtiendo efecto, ya que la economía se está desacelerando bruscamente, los precios de la vivienda están cayendo y la inflación, que alcanzó un máximo de más del 10%, se está relajando.

Pero al Riksbank le sigue preocupando que la inflación se estanque muy por encima del objetivo del 2% y se espera que vuelva a subir los tipos el 21 de septiembre y posiblemente también en noviembre.

Los datos de inflación de agosto se publicarán el 14 de septiembre.

Floden dijo en el discurso que el banco espera que la inflación descienda con bastante rapidez en el futuro, pero que la política monetaria debe seguir siendo restrictiva para que vuelva al objetivo.

"Prevemos que la inflación baje bastante rápido ahora", dijo "Va en la dirección correcta, pero todavía no está donde queremos".