Moldavia prohibió esta semana a una delegación regional rusa acudir a la región semiautónoma prorrusa de Gagauzia, que el domingo elegirá al jefe de su gobierno.

La delegación estaba encabezada por Rustam Minnikhanov, gobernador de la región rusa de Tatarstán, que declaró que era lamentable que se le hubiera negado la entrada a Chisinau, la capital de Moldavia.

"Vemos una interferencia abierta, se dirigía a Gagauzia para apoyar a uno de los candidatos en las elecciones", dijo Sandu en comentarios televisados. "Desgraciadamente, muchos de los candidatos allí son agentes de Rusia, y no políticos que quieren trabajar por el bien del pueblo gagauz".

Moscú niega inmiscuirse en los asuntos de Moldavia. No respondió inmediatamente a la acusación de Sandu de que los candidatos son agentes.

Rusia dijo el martes que expulsaba a un diplomático moldavo en lo que calificó de represalia por la expulsión la semana pasada de un diplomático ruso en Moldavia.

Moldavia, una pequeña ex república soviética que solicitó el ingreso en la Unión Europea el año pasado junto a su vecina Ucrania, ha acusado a Rusia de intentar desestabilizarla. Moscú niega la acusación.

"Rusia no respeta y nunca ha respetado nuestra soberanía e independencia. Y ahora Moscú intenta desestabilizar la situación en Moldavia para obstruir nuestra trayectoria europea, para provocar el caos", declaró Sandu en Jurnal-TV.

Moldavia ha condenado la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que provocó una conmoción en la economía moldava, que dependía en gran medida del suministro de gas de Rusia. Siguieron protestas antigubernamentales.

Sandu afirmó que Rusia estaba financiando protestas y a varios partidos "para devolver al poder a políticos que están bajo su control" y que Chinisau se oponía a estos esfuerzos con el apoyo de la UE.