La inflación de la zona euro podría seguir mostrándose obstinada, por lo que una bajada de tipos del Banco Central Europeo en junio no irá seguida necesariamente de otras medidas de relajación de la política monetaria, declaró el miércoles el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel.

El BCE ha prometido esencialmente un recorte de los tipos en su próxima reunión de política monetaria del 6 de junio, pero los responsables políticos siguen debatiendo la senda de los tipos más allá de esa fecha y las señales de la Reserva Federal de EE.UU. de que su propia relajación podría retrasarse enturbian aún más las perspectivas.

Nagel ofreció un guiño al recorte de tipos en junio, que no ha sido cuestionado por ningún responsable político y que algunos han calificado de "hecho consumado", pero dijo que seguía preocupado por el crecimiento de los precios.

"Un paso así no iría necesariamente seguido de una serie de recortes de tipos", dijo Nagel en un discurso en Berlín. "Dada la incertidumbre actual, no podemos comprometernos de antemano con una senda de tipos concreta".

Estos comentarios son de los más cautelosos entre los responsables políticos, muchos de los cuales afirman que todavía es más probable una mayor relajación de la política monetaria, aunque no estén dispuestos a comprometerse con un calendario concreto.

Nagel dijo que estaba especialmente preocupado por la inflación de los servicios, que sigue estando impulsada por el fuerte y continuo crecimiento de los salarios y ha demostrado ser más persistente que la inflación de los bienes.

"Aún no estoy plenamente convencido de que la inflación vaya a volver realmente al objetivo de forma oportuna y sostenida", añadió Nagel.