Southern Copper, controlada por Grupo México, espera que su producción del metal rojo en Perú repunte 17% este año a 400.000 toneladas métricas, dijo a Reuters un alto ejecutivo, impulsando el crecimiento de la producción global de la firma.

La firma minera, el tercer mayor productor de cobre de Perú, vio caer su producción de cobre a 342.000 toneladas el año pasado desde poco más de 398.000 toneladas el año anterior, ya que las operaciones en su mina de Cuajone estuvieron paralizadas por casi dos meses de protestas comunitarias. Éstas se han enfriado este año a pesar de las continuas tensiones políticas.

La fuerte previsión de producción muestra cómo los mineros del país andino están desafiando una tendencia regional más amplia de caída de la producción, y las expectativas de que las protestas y la incertidumbre política podrían perjudicar al sector, incluso costándole potencialmente a Perú su puesto como nº 2 productor mundial. 2 productor mundial.

Aunque existe preocupación por el debilitamiento de la inversión minera, Perú ha visto aumentar su producción este año de forma más generalizada, mientras que su vecino Chile, principal productor, ha visto descender su producción.

Raúl Jacob, vicepresidente de finanzas de Southern Copper, dijo a Reuters en una entrevista que el fuerte repunte en Perú ayudaría a la compañía a aumentar la producción global de cobre a 932.000 toneladas este año, un 4% más que en 2022.

Añadió que la empresa podría añadir unas 470.000 toneladas de producción de cobre en el país durante la próxima década si los proyectos en cartera entran en funcionamiento según lo previsto.

"Vamos a más que duplicar la producción de cobre en Perú", dijo Jacob.

Southern Copper explota las minas de Cuajone y Toquepala y una fundición en Perú, y su producción máxima en el país fue de unas 424.000 toneladas en 2020, según datos del gobierno. En México explota los yacimientos de La Caridad y Buenavista.

Jacob citó el muy retrasado proyecto Tía María en Perú, donde la empresa pretende iniciar la producción en 2026, el proyecto Los Chancas previsto para 2030 y Michiquillay en 2032 como impulsores de una mayor producción.

Los tres proyectos suponen una inversión combinada de 6.500 millones de dólares.

"En Tía María se ha avanzado mucho con el proyecto. La animosidad ha disminuido mucho", dijo, refiriéndose a los años de oposición al proyecto por temores medioambientales.

En Los Chancas la empresa está trabajando con las autoridades para conseguir que decenas de mineros "ilegales" que han invadido la mina se marchen, dijo. También citó un plan de inversión de 700 millones de dólares para aumentar en un tercio la producción anual de Cuajone, que actualmente es de 140.000 toneladas.

En cuanto a la inversión minera, que se prevé que experimente un fuerte descenso general en Perú este año y el próximo, Jacob dijo que un entorno político incierto estaba perjudicando el gasto, pero también que la demanda de China no había despegado como se esperaba.

"A esto hay que añadir que los tipos de interés no son bajos y el coste del dinero ha subido sustancialmente, lo que afecta a los flujos de caja de estos proyectos", dijo. (Reportaje de Marco Aquino; Edición de Adam Jourdan y Jan Harvey)