El secretario de Transporte de EE.UU., Pete Buttigieg, dijo el miércoles que Boeing debe cumplir un mandato gubernamental para resolver los problemas sistémicos de control de calidad en un plazo de 90 días antes de que pueda aumentar la producción del 737 MAX.

Buttigieg señaló que Boeing se encuentra aproximadamente a mitad de ese plazo de 90 días establecido por la Administración Federal de Aviación (FAA).

"No vamos a dejarles (aumentar la producción) hasta que hayan satisfecho a la FAA de que pueden hacerlo con seguridad", dijo en un acto en el Aeropuerto Nacional Reagan, a las afueras de Washington.

A finales de enero, la FAA dio un paso sin precedentes al comunicar a Boeing que no permitiría al fabricante de aviones estadounidense aumentar la producción del 737 MAX, a raíz de una emergencia en pleno vuelo de un 737 MAX 9 de Alaska Airlines.

El Departamento de Justicia ha abierto una investigación penal sobre el reventón del panel de cabina en pleno vuelo.

El administrador de la FAA, Mike Whitaker, dijo a Reuters en marzo que Boeing está autorizada a producir 38 de los aviones 737 al mes, pero que la producción real actual "es inferior a esa cifra".

Reuters informó a principios de este mes de que la tasa de producción mensual de Boeing cayó hasta un solo dígito a finales de marzo.

El consejero delegado de Boeing, Dave Calhoun, dijo el miércoles en una teleconferencia sobre beneficios que la FAA quiere un plan en 90 días "que, en esencia, supervise y mida si nuestro sistema de producción está bajo control de cara al futuro".

"90 días no es como agitar una bandera mágica, y todo es genial, y ustedes pueden pasar de 38 a 40", añadió.

Whitaker dijo en marzo que el plazo para saber cuándo se permitirá a Boeing aumentar la tasa de producción del 737 MAX dependerá de "la eficacia con la que puedan aplicar estos cambios en la cultura de seguridad y llevar sus niveles de calidad hasta donde deben estar".

Buttigieg reconoció por separado que las aerolíneas estadounidenses, incluida Southwest Airlines, se estaban viendo afectadas por el menor número de aviones entregados este año por Boeing.

"Se trata de un problema real", dijo Buttigieg, pero subrayó que la FAA sólo piensa en la seguridad y no en consideraciones económicas a la hora de abordar el tema de los 737 MAX.