En junio, el gobierno desveló un borrador de actualización de su plan de clima y energía que incluía la duplicación del objetivo de producción de biogás de España para 2030 hasta 20 teravatios hora (TWh).

Francisco Reynes, presidente ejecutivo y consejero delegado de la compañía eléctrica Naturgy, dijo que el plan debía ser "más ambicioso ... en lo que se refiere al papel de los gases renovables".

España estaba por detrás de otros países europeos en ese sector, declaró en un acto organizado por el diario El Economista.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, se mostró de acuerdo en que deberían aumentarse los objetivos en materia de biogás y abogó por políticas energéticas basadas en la neutralidad tecnológica, es decir, que no establezcan preferencias sobre qué tecnologías deben utilizarse para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

El gas renovable podría ayudar a reducir las emisiones a corto plazo, afirmó.

El borrador de junio también fijaba un objetivo nacional de 11 gigavatios (GW) de capacidad de electrolizadores para producir hidrógeno verde, frente al anterior objetivo de 4 GW.

El martes, la asociación industrial Sedigas también criticó la "falta de ambición" del plan en materia de biogás, afirmando que España debería aspirar a producir al menos 35 TWh de biogás para finales de la década.