El Informe de Gestión

Repsol1, en su compromiso con la transparencia, ha preparado un Informe de Gestión que integra información financiera y no financiera y, específicamente, la información de Sostenibilidad, para ser el referente de la información pública anual del Grupo. Este Informe de Gestión contiene una exposición fiel sobre la evolución de los negocios, los resultados y la situación financiera del Grupo Repsol, junto con una descripción de los principales riesgos e incertidumbres a los que se enfrenta y la estrategia definida en el Plan Estratégico. Incorpora también la información sobre Sostenibilidad que comprende, entre otros, los ámbitos Medioambiental, Social y de Gobernanza (ESG por sus siglas en inglés).

El informe no solo cumple con los requerimientos legales aplicables2 sino que se alinea con las mejores prácticas y, en particular, con las recomendaciones del "Marco Conceptual para la preparación del informe Integrado"

del International Integrated Reporting Council (IIRC), la "Guía para la Elaboración del Informe de Gestión de las Entidades Cotizadas" de la CNMV y las "Directrices E 2017/C 2015/01" de la Comisión Europea sobre la presentación de informes no financieros.

Elaboración de la información

La información financiera incluida en este documento, salvo que se indique expresamente lo contrario, ha sido elaborada de acuerdo con el modelo de reporte del Grupo que se describe en la Nota 4 "Información de negocios"3 de las Cuentas Anuales consolidadas 2020. Algunos de los indicadores y ratios financieros tienen la consideración de Medidas Alternativas de Rendimiento (MAR) de acuerdo a las Directrices de la European Securities Markets Authority (ESMA)4.

Este informe ha de ser leído junto con las Cuentas Anuales consolidadas 2020, que junto con este Informe han sido registradas en la CNMV (www.cnmv.es) y están también disponibles en www.repsol.com.

La información correspondiente a los indicadores de Sostenibilidad se presenta de acuerdo a la Guía del Global Reporting Initiative (GRI)5 y tomando la opción "exhaustiva". El Anexo IV "Índice GRI" contiene el listado de los indicadores de Sostenibilidad que se incluyen a lo largo de este informe, en otros informes públicos de Compañía, así como en el Anexo III "Información adicional de Sostenibilidad". Estos indicadores, junto con la información adicional requerida por la Ley 11/2018, comprenden el Estado de Información no Financiera cuyo contenido se identifica en el Anexo V "Estado de Información no financiera". Las magnitudes e indicadores de Sostenibilidad se han calculado de acuerdo a las normas corporativas que establecen los criterios y la metodología común a aplicar en materia laboral, de medio ambiente, derechos humanos y social que se describe de manera específica en cada uno de sus apartados. Esta información es verificada por un auditor externo (PwC) según el estándar ISAE 3000 (Informe de verificación disponible enwww.repsol.com). Adicionalmente y de manera voluntaria, incorpora en 2020 indicadores de acuerdo a SASB "Sustainability Accounting Standards Board" (Anexo VI). Por último, para la elaboración de esta información se han tenido en cuenta los 10 principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas.

La información prospectiva contenida en los diferentes apartados de este documento refleja los planes, previsiones

  • o estimaciones de los administradores del Grupo a la fecha de su formulación. Estos se basan en asunciones que son consideradas razonables, sin que dicha información prospectiva pueda interpretarse como una garantía de desempeño futuro de la entidad, en el sentido de que tales planes, previsiones o estimaciones se encuentran sometidos a riesgos e incertidumbres que implican que el desempeño futuro del Grupo podría no coincidir con el inicialmente previsto.

Misión, visión y principios de actuación:

La misión de Repsol (su razón de ser) es proveer energía a la sociedad de manera eficiente y sostenible.

Nuestra visión (hacia donde se dirige Repsol) es ser una compañía energética global que, basada en la innovación, la eficiencia y el respeto, crea valor de manera sostenible para el progreso de la sociedad.

Repsol ha definido unos principios de actuación -"Eficiencia, Respeto, Anticipación y Creación de valor"- y unas conductas de Compañía -"Orientación a resultados, Responsabilización, Colaboración, Actitud emprendedora y Liderazgo inspirador"- para lograr hacer de la misión una realidad y de nuestra visión un reto alcanzable. Información adicional enwww.repsol.com

  • 1. En adelante, las denominaciones "Repsol", "Grupo Repsol" o "la Compañía" se utilizarán, de manera indistinta, para referirse al grupo de empresas formado por Repsol, S.A. y sus sociedades dependientes, asociadas y acuerdos conjuntos.

  • 2. Entre otras, el Código de Comercio, el Texto Refundido de la Ley de Sociedades de Capital y la Ley 11/2018, de 28 de diciembre, que modifica el Código de Comercio, el Texto Refundido de la Ley de Sociedades de Capital y la Ley de Auditoría de Cuentas en materia de información no financiera y diversidad, y que transpone al Derecho español la Directiva 2014/95/UE en lo que respecta a la divulgación de información no financiera.

  • 3. Repsol ha revisado en 2020 la definición de sus segmentos de negocio, delimitando tres: Exploración y Producción, Industrial y Comercial y Renovables. Para más información véase el apartado 4.1.

  • 4. El Anexo I "Medidas Alternativas de Rendimiento" incluye la conciliación entre las magnitudes ajustadas y las correspondientes a la información financiera NIIF-UE.

  • 5. Se siguen todos los estándares GRI en su versión 2016, a excepción de los estándares de Agua (2018), Salud y Seguridad Laboral (2018) y Fiscalidad (2019).

Informe de Gestión | Mensaje del Presidente

Mensaje del Presidente

Estimados accionistas:

En solo unos meses, el virus COVID-19 ha desencadenado una crisis sanitaria y económica global, que en España ha provocado una caída del PIB del 11%, según la primera estimación del Instituto Nacional de Estadística, muy por encima de la media de la Unión Europea, así como un aumento significativo de la tasa de desempleo. Ante el desánimo que parece haberse instalado en la sociedad, quiero lanzar un mensaje de moderado optimismo y decirles que nuestro país cuenta con los recursos y los activos necesarios para iniciar la recuperación y construir una economía más resiliente.

España debe basar su recuperación en las principales fortalezas de su economía, entre las que destaca la industria, uno de sus activos estratégicos más valiosos, como quedó demostrado durante el confinamiento, cuando empresas como Repsol garantizaron el suministro de productos y servicios energéticos básicos para la movilidad y los hogares. En este sentido, me gustaría destacar y agradecer el trabajo realizado por los empleados de nuestros complejos industriales, factorías de GLP y estaciones de servicio, que, al igual que los profesionales de otros muchos colectivos, permanecieron en sus puestos de trabajo en esos difíciles meses, ayudando a la empresa a cumplir una labor de servicio público esencial para la sociedad.

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Mensaje del Presidente | Informe de Gestión

El trabajo realizado en esos meses confirma de nuevo que la industria forma parte de la columna vertebral de la economía española y es uno de sus principales motores. En nuestro país, el 80% de la investigación y la innovación privada corresponden a la industria, que dedica el 2,1% de su valor añadido bruto a la I+D+i, cuatro veces más que el sector servicios. Además genera empleo de calidad, con un 95% de contratos a jornada completa, un 81% indefinidos y salarios entre un 20% y un 25% por encima del sector servicios. En el caso del refino, su cifra de negocio es de 40.000 millones de euros anuales y genera 200.000 empleos directos e indirectos.

Sin embargo, y pese a estas cifras, la realidad es que Europa y España llevan tiempo perdiendo industria. El PIB industrial español es del 16% y la media europea del 19%, cuando en 1996 estaban en el 20% y el 21%, respectivamente. Como sociedad, el retroceso de la industria nos ha hecho, sin duda, más vulnerables, tal y como se evidenció al comienzo de la pandemia, cuando los países europeos tuvimos serias dificultades para proveernos de material sanitario.

Por tanto, una de las conclusiones que podemos extraer de lo ocurrido durante esta pandemia es que necesitamos aumentar el peso del sector industrial en nuestra economía, potenciando sectores con más tecnología y de mayor valor añadido, tal y como la Unión Europea lleva años sugiriendo a sus Estados miembros. Esto nos permitirá crear una economía más resiliente, como demuestran los casos de Alemania, Finlandia o Noruega, países que, con un PIB industrial superior al 20%, gozan de altas cotas de bienestar y han resistido mejor los embates de las últimas crisis.

Para acercarnos a estos países, España necesita un gran pacto a favor de la industria, que implique a administraciones públicas, empresas y agentes sociales, y nos permita fortalecer el sector y lograr que compita en tecnología punta e innovación con las economías más avanzadas. Necesitamos dotar al país de una estrategia a largo plazo, que ponga las bases de una economía más industrializada, con medidas concretas para, por ejemplo, aumentar la inversión en I+D desde el 1,25% actual hasta más del 2% del PIB, que es la media de la Unión Europea, y reforzar la formación profesional, enfocándola hacia las habilidades más necesarias en esta nueva etapa.

En este sentido, estoy convencido de que el programa Next Generation de la Unión Europea supone una oportunidad inmejorable para impulsar la reindustrialización de nuestro país. Los 72.000 millones de euros que España recibirá en los tres próximos años deben servir para fortalecer el tejido productivo y modernizar la economía, con inversiones en los sectores que más pueden contribuir a la mejora de la competitividad, como la transición ecológica, la digitalización y, por supuesto, la industria. Además, es indispensable que estas inversiones se realicen en estrecha colaboración entre administraciones públicas y empresas privadas, para asegurarnos de que los recursos se utilizan de forma eficiente y que el país obtiene de ellos el máximo potencial posible.

España necesita un gran pacto a favor de la industria, que nos permita fortalecer el sector y lograr que compita en tecnología punta

La colaboración público-privada no será necesaria solo para gestionar estos fondos. La industria española necesita el apoyo de la administración para seguir generando riqueza, con políticas fiscales que reconozcan los esfuerzos de las empresas que invierten en crear empleo e innovar, políticas medioambientales que pongan especial cuidado en no socavar su competitividad frente a industrias de países menos exigentes en esta materia, y marcos regulatorios adecuados que eliminen incertidumbres que solo pueden perjudicar la toma de decisiones de inversión por parte de las empresas.

Debemos, por tanto, unificar criterios y trabajar todos juntos en una misma dirección para fortalecer nuestra industria. Si lo conseguimos, este sector se convertirá en uno de los principales motores de la recuperación y la creación de empleo y, además, podrá seguir desempeñando un papel protagonista en la transición energética, otro de los grandes desafíos que tenemos como sociedad.

La industria, clave en la transición energética

El sector industrial, al que pertenece Repsol, tiene mucho que decir en la transición energética, que es un reto global en el que todos, gobiernos, empresas y ciudadanos deben participar. Gracias a su capacidad para promover la investigación y la innovación, la industria va a ser clave para desarrollar las tecnologías necesarias para cumplir el objetivo de reducción de emisiones de la Unión Europea, que hace unos meses se elevó del 40% al 55% para 2030.

Desde hace años, el sector del refino lidera el esfuerzo de la industria europea para hacer más sostenibles sus actividades, desarrollando diversas rutas tecnológicas para reducir sus emisiones de CO2 en sus procesos y productos. Me gustaría destacar la contribución de Repsol que, a través de la eficiencia, ha rebajado el consumo energético de sus refinerías en un 20% en diez años y que, como compañía, ha sido capaz de disminuir sus emisiones de CO2 en 5,5 millones de toneladas anuales entre 2006 y 2020.

En la actualidad, el sector del refino se encuentra inmerso en una auténtica revolución tecnológica. Hemos iniciado un proceso de transformación que nos permitirá convertir nuestras refinerías en hubs multienergéticos, que a corto plazo serán capaces de tratar materias primas alternativas para generar combustibles y materiales de baja huella de carbono. La tecnología hará posible, por ejemplo, usar residuos urbanos, agrícolas, forestales o de la industria agroalimentaria para producir biocombustibles avanzados. Además, el hidrógeno renovable y el CO2 capturado en las propias refinerías servirán para fabricar combustibles sintéticos. Ambos productos de baja huella de carbono van a ser fundamentales para la movilidad del futuro.

Esta transformación industrial constituye uno de los pilares de nuestro Plan Estratégico 2021-2025, con el que avanzaremos para lograr las cero emisiones netas en el año 2050. Entre nuestros proyectos más destacados en este ámbito están la construcción en Cartagena de la primera planta de biocombustibles avanzados de España y la instalación

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Repsol SA published this content on 04 March 2021 and is solely responsible for the information contained therein. Distributed by Public, unedited and unaltered, on 04 March 2021 11:46:06 UTC.