En el juicio por fraude contra Wirecard, el antiguo contable jefe del grupo financiero ha admitido sus propios fallos y ha criticado a la fiscalía.

"Yo mismo me doy cuenta de que desgraciadamente también cometí errores de los que me arrepiento", dijo el acusado Stephan von Erffa al comienzo de su testimonio ante el Tribunal Regional de Múnich el miércoles. Se disculpó por ello. El acusado, de 49 años, había permanecido en silencio desde el inicio del juicio, hace más de un año y medio. "El motivo fue mi sensación de que no se me escuchaba", dijo Erffa. "Tenía la impresión de que no se querían pruebas exculpatorias".

Por ejemplo, la fiscalía le acusó insistentemente de haber dañado un iPad en un intento de desmayo, aunque sólo se le había caído. Erffa fue puesto temporalmente en prisión preventiva por esta acusación. Erffa dijo que ahora haría una declaración detallada. El tribunal ha programado dos días para su primera presentación en solitario. Sus abogados la habían descrito como una contribución al esclarecimiento, pero no como una confesión.

La empresa Wirecard, que cotizaba en el DAX, se hundió en 2020 cuando se descubrió que faltaban 1.900 millones de euros de cuentas fiduciarias en Asia. Se trata de uno de los mayores escándalos financieros de la historia alemana de posguerra. Junto a Erffa se sientan en el banquillo de los acusados el ex director general del grupo, Markus Braun, y el ex representante de Wirecard en Dubai, Oliver Bellenhaus. La fiscalía describe al trío como una banda que fabricó transacciones por valor de miles de millones con los llamados socios terceros. Hablan de fraude, falsificación de balances, manipulación del mercado y abuso de confianza.

Al comienzo del juicio, en diciembre de 2022, Erffa se limitó a confirmar sus datos personales y luego dejó el escenario a sus coacusados. Se acusan mutuamente. Mientras Bellenhaus, como testigo clave confeso, habla de falsificación conjunta a gran escala, Braun rechaza las acusaciones. El negocio de terceros había existido, pero Bellenhaus y el miembro del consejo de administración Jan Marsalek, que se había ocultado, habían malversado los miles de millones que faltaban.

(Informe de Jörn Poltz, editado por Ralf Banser. Si tiene alguna duda, póngase en contacto con nuestra redacción en berlin.newsroom@thomsonreuters.com (para política y economía) o en frankfurt.newsroom@thomsonreuters.com (para empresas y mercados).