Las medidas forman parte del plan del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para "reindustrializar" la mayor economía de América Latina, donde la producción industrial sigue detrás de los niveles anteriores a la pandemia y está más de un 18% por debajo de su máximo de 2011.

El Gobierno de Lula ha prometido impulsar la industrialización incentivando proyectos "verdes", como los vehículos eléctricos y de combustible flexible, la energía renovable y los biocombustibles.

Alckmin dijo en una rueda de prensa que la primera medida establece un programa que reduce los impuestos sobre la renta aplicados a empresas de transporte para que inviertan en nuevas tecnologías, investigación y desarrollo.

El programa proporcionará beneficios por 3.500 millones de reales (721,34 millones de dólares) el próximo año, pero aumentará gradualmente hasta alcanzar los 4.100 millones en 2028, dijo Alckmin, que también es ministro de Desarrollo e Industria de Lula.

"Esto atraerá inversiones a Brasil", dijo. "Nuestro problema es la baja inversión y la baja productividad. Tenemos que actuar para aumentar ambas".

El programa entra en vigor inmediatamente, pero debe recibir la aprobación del Congreso en un plazo de cuatro meses.

La segunda medida de Lula, dijo Alckmin, fue un proyecto de ley enviado al Congreso que propone 3.400 millones de reales en beneficios fiscales para que las empresas renueven su maquinaria. Añadió que el programa tendría una "segunda fase" en el futuro, pero no dio más detalles.

Las pérdidas de ingresos vinculadas a los beneficios fiscales se compensarían con los impuestos a la importación, dijo Alckmin, incluidos los que gravan los vehículos eléctricos traídos del extranjero.

(1 dólar = 4,8521 reales)

(Reporte de Gabriel Araujo. Editado en español por Javier Leira)