Gran Bretaña ha acordado con Ruanda el envío al país africano de los inmigrantes que cruzan ilegalmente el Canal de la Mancha.

El primer vuelo británico con solicitantes de asilo debía partir el martes, pero fue bloqueado en el último momento por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El gobierno británico dice que la política seguirá adelante.

Se supone que debe disuadir a la gente de hacer el viaje, pero Ahmed, de Sudán, que se negó a dar su apellido, sigue desesperado por ir.

"Para mí, si me llevan de vuelta a Ruanda, me sentiré un hombre muerto, porque todo, mis ideas que tenía en mi mente, las han destruido".

El primer ministro Boris Johnson calificó el sábado la decisión del tribunal de la UE de "extraño contratiempo de última hora".

"Pero estamos muy seguros de la legalidad, de la licitud de lo que estamos haciendo y vamos a seguir con la política".

Clare Moseley trabaja para la organización benéfica Care4Calais, que ha estado presionando al gobierno británico para que cambie de rumbo.

"Es un plan realmente brutal, después de todo lo que han pasado para llegar aquí y ponerse a salvo. Lo último que quieren es que les devuelvan a África. La gente con la que hablamos estaba realmente asustada por ello y no puedo creer que el gobierno del Reino Unido haga algo así, es increíblemente molesto para nosotros".

Los grupos de ayuda estiman que cientos de migrantes africanos y de Oriente Medio siguen queriendo realizar la peligrosa travesía.