Según un mecanismo de aplazamiento de los costes, los grandes bancos prestarían miles de millones de libras a las compañías energéticas, lo que les permitiría repartir el aumento de las facturas del gas a lo largo de cinco o diez años, informó la emisora.

El Ministerio de Finanzas británico podría desempeñar un papel garantizando los préstamos a las empresas energéticas.

Los funcionarios del gobierno también estaban considerando la posibilidad de recurrir al Banco de Inglaterra, que concedió préstamos de emergencia a las empresas durante la pandemia de coronavirus, para que proporcionara financiación inicial, dijo la BBC a última hora del viernes, sin citar sus fuentes.

Otras opciones del Gobierno para reducir el impacto de la subida de tarifas -que podría suponer un aumento del 50% en las facturas tras el repunte de los precios internacionales de la energía- incluyen la ampliación de un plan de descuentos para los hogares con bajos ingresos o recortes en los impuestos sobre la energía.

El primer ministro, Boris Johnson, se encuentra bajo presión para que actúe antes de que se produzca una subida prevista del tope del precio de los carburantes que llevará la tasa de inflación británica al 6% o más en abril, cuando también está previsto que suban los pagos de impuestos para trabajadores y empresarios.

La compresión del coste de la vida está agravando los problemas de Johnson, que se enfrenta a peticiones de dimisión por parte de algunos miembros de su Partido Conservador tras las revelaciones de fiestas en Downing Street en las que se restringía la mezcla social.