La medida marcó un cambio para el nuevo primer ministro israelí, Yair Lapid, que como ministro de Asuntos Exteriores había denunciado como "antisemita e inmoral" el proyecto de ley que afectaba a los bienes incautados por los ocupantes alemanes nazis y retenidos por los gobernantes comunistas de Polonia en la posguerra.

"Se acordó que las relaciones volverían a su cauce", decía un comunicado emitido por el presidente israelí Isaac Herzog tras hablar con su homólogo polaco Andrzej Duda.

"Ambos presidentes expresaron su esperanza de que cualquier asunto futuro entre Polonia e Israel se resuelva a través de un diálogo sincero y abierto y en un espíritu de respeto mutuo", añadió.

La oficina de Duda dijo que el embajador polaco en Israel, retirado durante la disputa, debería regresar. La oficina de Herzog dijo que el nuevo embajador israelí designado en Polonia presentaría sus credenciales en los próximos días.

"Estamos tratando de arreglar nuestras relaciones con Israel", dijo el asesor de política exterior del presidente polaco, Jakub Kumoch, según el sitio web de noticias Onet. "No hay perdedores ni ganadores. Damos una oportunidad más a las relaciones normales".