La inflación general cayó al 10,1% en marzo desde el 10,4% de febrero, pero estuvo muy por encima de las expectativas de una caída al 9,8%, según mostraron los datos el miércoles.

Y lo que es más preocupante, los detalles del informe de la Oficina de Estadísticas Nacionales mostraron que las presiones sobre los precios están en todas partes y no pueden explicarse fácilmente por el fuerte aumento del coste de la energía en los dos últimos años.

La libra se mantuvo plana frente al dólar, en 1,244 dólares, y bajó un 0,1% frente al euro, en 88,19 peniques.

La libra esterlina es la segunda divisa del G-10 que mejor se ha comportado frente al dólar en lo que va de año, con una ganancia del 2,67%, justo por detrás del franco suizo, que ha ganado un 3% en ese tiempo.

La perspectiva de que el Banco de Inglaterra tenga que subir los tipos más de lo previsto ha impulsado en parte los flujos hacia la libra esterlina, pero ese impulso podría no durar mucho más, dado el impacto de los altos precios en los hogares y las empresas.

"El tipo de inflación que tiene ahora el Reino Unido -vinculada a una crisis energética, a la escasez de mano de obra y a un choque de términos comerciales- nunca es buena para una divisa. Es una erosión del poder adquisitivo interno. Basta con mirar el crecimiento de los salarios reales", Stephen Gallo, que es estratega global de divisas en BMO Capital Markets.

Los salarios reales en Gran Bretaña, ingresos ajustados a la inflación, registraron una de las mayores caídas de las que se tiene constancia en los tres meses hasta febrero, con un descenso del 4,1% interanual.

La inflación de los comestibles alcanza la cifra récord del 17,5%, según los datos del sector, siendo los productos básicos como la leche, el queso y los huevos los que más suben.

Los mercados monetarios muestran que los operadores creen que el Banco de Inglaterra subirá los tipos hasta un máximo de alrededor del 5% en noviembre de este año, desde el 4,25% actual. Hace un mes, esa expectativa era de un máximo del 4,00%.

"Probablemente no querrá estar comprando libras esterlinas si la inflación subyacente sigue obstinada por encima del 5% después de tres subidas de tipos de 25 puntos básicos más por parte del BoE, lo que actualmente tiene un precio (en los swaps de índices a un día)", dijo Gallo.

"En el lado opuesto, si los datos del segundo trimestre revelan una caída significativa de las presiones sobre los precios, probablemente haya más argumentos para que la libra esterlina evite un descenso aislado. Mi caso base es el segundo escenario, pero me preocupa más el primero", afirmó.