"Creo que paso a paso podremos llegar a un buen resultado en la cooperación", dijo Rutte en una entrevista con el programa de televisión holandés Nieuwsuur tras su visita a la Casa Blanca.

Los líderes discutieron las peticiones de Estados Unidos para que Holanda adopte las normas estadounidenses introducidas en octubre con el objetivo de poner trabas a la industria de fabricación de chips de China para frenar sus avances tecnológicos y militares, pero no se revelaron los detalles de las conversaciones.

Holanda es la sede de ASML Holding NV, un fabricante clave de equipos de fabricación de semiconductores. China representó el 15% de sus ventas en 2021, unos 2.000 millones de euros (2.200 millones de dólares) que podrían verse afectados si Holanda adoptara las nuevas normas estadounidenses.

Rutte dijo que era importante que los países occidentales no perdieran su posición de liderazgo en tecnologías avanzadas de semiconductores y que los chips avanzados no deberían utilizarse con fines militares "en países donde no se desea que eso ocurra".

Pero también advirtió de que las cadenas mundiales de suministro de tecnologías más sencillas no deberían verse alteradas por las restricciones a la exportación.

"Esto va más allá de un solo país. No hablamos sólo con EE.UU., hablamos con muchos socios", dijo.