La empresa de San Diego (California), antaño conocida por sus chips para teléfonos móviles, ha creado toda una gama de ofertas para el sector de la automoción, desde cerebros para coches autoconducidos hasta chips que hacen funcionar salpicaderos digitales y sistemas de infoentretenimiento. Pero todos los chips persiguen el mismo objetivo de ayudar a los fabricantes de automóviles a transformar sus vehículos en ordenadores rodantes que puedan actualizarse en el aire con actualizaciones de pago que generen ingresos para los fabricantes mucho después de que un vehículo haya salido de los concesionarios, un modelo de negocio del que Tesla Inc. es pionera.

En el Salón de la Electrónica de Consumo de Las Vegas, Qualcomm anunció que ha llegado a un acuerdo con las marcas Volvo y Polestar, respaldadas por Geely Holding, para utilizar los chips "Snapdragon Cockpit" de Qualcomm y un sistema operativo de Google, de Alphabet Inc, en los vehículos a partir de finales de este año.

El acuerdo permitirá al SUV eléctrico de Volvo, que comenzará a fabricarse este año, utilizar el manos libres de Google Assistant y la navegación con Google Maps. Las empresas dijeron que las futuras actualizaciones se enviarán por aire.

Qualcomm también afirmó que Honda empezará a utilizar sus chips "cockpit" en vehículos que llegarán a las carreteras en 2023. Qualcomm también dijo que Renault ha acordado utilizar su tecnología automovilística, pero no dio detalles concretos sobre qué chips o cuándo llegarían los vehículos que los utilizaran.

Qualcomm dijo el martes que ha creado un nuevo chip y un sistema para la visión por ordenador, que utiliza las cámaras del coche y la inteligencia artificial para ayudar en funciones de seguridad como el control automático del carril. El nuevo "Snapdragon Ride Vision System" utiliza software de Arriver, que formó parte de la compra por parte de Qualcomm el año pasado de la empresa de tecnología automovilística Veoneer Inc por valor de 4.500 millones de dólares.