Sin embargo, las ventas de Nike repuntaron, aumentando un 4% de junio a agosto, su primer trimestre contable, hasta los 12.700 millones de dólares (12.400 millones de francos).

Aumentó en todas las regiones excepto en la zona de China continental/Hong Kong/Macao/Taiwán, que estuvo bajo estrictos confines debido a Covid-19 durante el periodo. Si no se tuvieran en cuenta los efectos de las divisas, las ventas totales aumentarían un 10%. Sin embargo, el beneficio neto del grupo cayó un 22%, hasta los 1.500 millones de dólares, y el margen bruto del grupo se resintió, en particular, por los elevados gastos de transporte y logística, explicó Nike. Al mismo tiempo, la empresa tuvo que ofrecer grandes recortes de precios en algunos de los productos que vende directamente en sus tiendas o en línea.

No hay desaceleración de la demanda

Nike ha visto aumentar su inventario total en un 44% en comparación con el mismo periodo de 2021, en gran parte debido a un gran número de envíos actualmente en tránsito, dijo el director financiero Matt Friend en una conferencia telefónica. El año pasado por estas fechas, varias fábricas de Vietnam e Indonesia tuvieron que cerrar debido a los picos de Covid, suspendiendo la producción y, por tanto, las exportaciones. Muchos distribuidores también han decidido este año realizar los pedidos para la temporada festiva antes de lo habitual, mientras que los plazos de entrega son más imprevisibles.

El grupo quiere asegurarse de tener los últimos productos en las estanterías y, por ello, recurre a grandes rebajas para liquidar las existencias. Esta estrategia se ve acentuada por la necesidad de alinearse con las promociones que actualmente realizan otros grandes grupos de confección.

Otra fuente de presión es la fuerte subida del dólar en los últimos meses, que reduce el valor de las ventas en otras monedas. Para el conjunto del año, el grupo espera que los efectos del tipo de cambio afecten a sus ventas hasta en 4.000 millones de dólares. De cara a los próximos meses, "todavía no hemos visto una ralentización de la demanda", reiteró el director general John Donahoe en la conferencia telefónica. "Dicho esto, no tenemos una bola de cristal sobre los factores externos, ya sea el mercado de divisas, la inflación o el impacto de los precios de la energía en el gasto de los consumidores", añadió.

Neil Saunders, especialista en el sector minorista de GlobalData, dijo que "aunque no es inmune a los desafíos económicos, la empresa está demostrando que puede gestionar con éxito los cambios en la demanda. "Sin embargo, el precio de su agilidad es a costa de los beneficios", añadió en una nota. El grupo seguirá enfrentándose a los elementos que pesan sobre sus márgenes en los próximos meses. La cuestión ahora es si los consumidores mantendrán su gasto, especialmente en Norteamérica, dijo Saunders.

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