El mayor reto para la mayor economía de Europa serán las limitaciones del crecimiento debidas a la escasez de mano de obra, declaró el miércoles el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, después de que Berlín rebajara sus perspectivas para este año.

El Gobierno espera que la economía crezca un 0,2% este año, mucho menos que el 1,3% previsto anteriormente, ya que la debilidad de la demanda mundial, la incertidumbre geopolítica y la inflación persistentemente alta hacen mella en las esperanzas de un rápido repunte.

Con unas 700.000 vacantes actualmente sin cubrir, el potencial de crecimiento económico de Alemania ha caído al 0,7% desde alrededor del 2% en la década de 1980 y se prevé que caiga aún más hasta el 0,5% si el país no logra resolver este problema, declaró Habeck.

"Nos faltan manos y mentes", dijo Habeck en la rueda de prensa de presentación del informe económico del gobierno para 2024, y añadió que las vacantes sin cubrir iban a aumentar debido al envejecimiento de la población.

Las estimaciones oficiales sugieren que a la envejecida sociedad alemana le faltarán siete millones de trabajadores cualificados en 2035.

"Ya no se trata sólo de trabajadores cualificados", añadió.

Ofrecer incentivos financieros a las personas que deseen trabajar más tiempo y de forma más flexible en la vejez fue una de las soluciones propuestas en el informe del gobierno.

Reconsiderar las prestaciones sociales por desempleo para algunos beneficiarios era otra forma de abordar el problema, dijo Habeck.

Más de la mitad de los alemanes cree que el trabajo no merece la pena tras el aumento previsto por el gobierno de las ayudas sociales y las prestaciones por hijos, según mostró una encuesta en septiembre.

Unos 2,6 millones de personas de entre 20 y 30 años en Alemania carecen de cualificación profesional, dijo Habeck.

Las reformas de la asistencia social y del agresivo mercado laboral introducidas hace unos 20 años tuvieron el mérito de elevar a Alemania a un nivel de competitividad envidiado internacionalmente tras las recesiones de 2003 y 2004.

Pero Alemania no podrá colmar la brecha de mano de obra sin la inmigración, afirmó Habeck, quien añadió que el país debe volverse favorable a la inmigración con procedimientos de visado rápidos, más cursos de idiomas y un acceso digital a las empresas alemanas desde el extranjero.

Berlín ha introducido varias leyes para hacer el país más atractivo para los trabajadores inmigrantes, como acortar el camino de los extranjeros hacia la ciudadanía, acelerar la expedición de visados y reconocer las cualificaciones extranjeras en el mercado laboral.

Sin embargo, no todo el mundo en Alemania está contento con la perspectiva de más inmigración. El apoyo al partido nacionalista Alternativa para Alemania (AfD) ha alcanzado una cifra récord y se sitúa en las encuestas como el segundo partido más popular a nivel nacional. (Reportaje de Riham Alkousaa; redacción de Nette Nöstlinger; edición de Kirsti Knolle y Christina Fincher)