La ronda fue liderada por el inversor tecnológico Greenoaks Capital, y otorgó a Rippling la misma valoración que había conseguido tras su anterior ampliación de capital el año pasado, según informó la empresa.

La quiebra de Silicon Valley Bank, anteriormente una unidad de SVB Financial, sembró el pánico en el sector de las startups, muchas de las cuales mantenían relaciones bancarias con el prestamista.

La Corporación Federal de Seguros de Depósitos de EE.UU. ha garantizado a todos los depositantes del banco el acceso a su dinero.

Rippling, con sede en San Francisco, se fundó en 2016, según su perfil de LinkedIn, y salió del "modo oculto" en 2017.

La empresa ofrece servicios a las empresas para gestionar sus operaciones de recursos humanos y tecnologías de la información, como la incorporación de empleados y la gestión de nóminas.

La última recaudación de fondos de Rippling se produce en condiciones relativamente favorables en comparación con algunas otras startups de alto perfil, que han tenido que recaudar fondos a valoraciones marcadamente más bajas a medida que se desvanece la exuberancia de la era de la pandemia de los inversores de capital riesgo.