La empresa dijo en septiembre que podría invertir hasta 95.000 millones de dólares en Europa durante la próxima década y anunciar la ubicación de dos nuevas grandes plantas europeas de fabricación de chips para finales de 2021, pero no se ha hecho ningún anuncio.

Alemania encabezaba la lista de posibles ubicaciones, con los gobiernos locales de Penzing, en Baviera, y Magdeburgo y Dresde, en el este de Alemania, intentando tentar a la empresa estadounidense.

Los analistas habían dicho que Intel podría estar esperando la introducción de una nueva legislación antes de decidirse por una ubicación europea. La Ley Europea de Chips pretende reducir la dependencia del continente de los proveedores asiáticos de semiconductores avanzados subvencionando el desarrollo local de grandes fábricas de chips.

El director ejecutivo Patrick Gelsinger viajó a Europa el año pasado. Las subvenciones gubernamentales, la estabilidad y la disponibilidad de trabajadores cualificados fueron factores que animaron al CEO a elegir Alemania para la nueva planta, según la fuente.

Alemania es también la sede de muchos de los mayores fabricantes de automóviles del mundo, que se han visto especialmente afectados por la escasez mundial de chips.

La pequeña ciudad de Magdeburgo es la capital del estado de Sajonia-Anhalt. Alberga la Universidad Otto von Guericke y dispone de espacio para una nueva planta en la zona industrial de Eulenberg, al suroeste.

No está claro cuándo podría comenzar la producción.

Es probable que Intel, que en enero anunció sus planes de construir un complejo estadounidense de fabricación de chips de 20.000 millones de dólares en Ohio, considere Francia e Italia como nuevas ubicaciones en Europa, ya que planea construir un centro de diseño y una planta de embalaje, añadió la fuente.