"Estamos comprometidos a que el proyecto de Magdeburgo sea un éxito", declaró Esfarjani a Reuters al margen del Simposio de Estrategia Industrial, una conferencia sobre chips organizada por Semi la semana pasada en Half Moon Bay, California. "Aunque tenemos que ir a nuestro ritmo en este entorno actual, no podemos quitar el ojo de la pelota".

Los comentarios se producen después de que el periódico regional Volksstimme informara el mes pasado de que Intel había dado marcha atrás en su objetivo original de iniciar la construcción de una fábrica de chips en la ciudad del este de Alemania en la primera mitad de 2023, alegando que el gigante de los semiconductores quería más subvenciones públicas.

Al ser preguntado por la inversión de Intel, el portavoz del Ministerio de Economía alemán dijo a Reuters que el gobierno estaba en "constante intercambio con Intel y la Comisión Europea" sobre el proyecto. "El tipo y el importe (máximo posible) de la financiación dependen de la aprobación de la Comisión de la UE, y para ello se necesitan puntos de referencia y datos claros sobre el proyecto de la empresa".

El informe del periódico decía que la inflación estaba aumentando los costes. Esfarjani declinó hacer comentarios al respecto pero dijo que, desde el anuncio, "los retos geopolíticos se han hecho mayores, la demanda de semiconductores ha disminuido y la inflación y la recesión están perturbando la economía mundial."

Señaló que Intel ya compró el terreno donde se construirá la fábrica a finales del año pasado.

En marzo, Intel anunció que Magdeburgo sería el emplazamiento de su nuevo megacomplejo de fabricación de chips, una parte clave de su impulso inversor de 88.000 millones de dólares en toda Europa.

Los gobiernos europeos siguen disputándose las inversiones de Intel. La semana pasada, el gobierno italiano también reiteró que estaba decidido a asegurar e inversión de Intel.