La envergadura de la revisión prevista por Renault -que abarca el negocio de los motores de gasolina que ha bautizado con el nombre en clave de "Caballo" y el de los eléctricos con el nombre en clave de "Ampere"- habla de la presión que sienten ahora los fabricantes de automóviles por parte de los inversores y de los reguladores para que aceleren su paso a los vehículos eléctricos, ya que Europa ha prohibido efectivamente los motores de combustión a partir de 2035.