La media diaria de ventas de viviendas en China durante la gran festividad del Primero de Mayo se desplomó un 47% respecto al año anterior, y se situó en torno a un 30% por debajo de los niveles previos a la pandemia de 2019 para el mismo periodo festivo, según una encuesta privada realizada el lunes.

Las ventas de viviendas cayeron en 19 de las 22 ciudades encuestadas durante los cinco días del Primero de Mayo en comparación con el mismo periodo de 2023, y descendieron más de un 60% en las megaciudades de Guangzhou y Shanghái, según los datos de la China Index Academy, uno de los mayores investigadores inmobiliarios independientes del país.

Las autoridades chinas han estado intensificando las medidas para apuntalar el atribulado sector, pero los analistas afirman que muchas de las políticas son de carácter fragmentario o tienen un impacto limitado y a corto plazo.

En una reunión del politburó celebrada la semana pasada, los responsables políticos destacaron que mejorarían las políticas para despejar el inventario de viviendas.

"El mercado de la vivienda nueva sigue sometido a presiones de ajuste", dijo la empresa de investigación, añadiendo que "hay más margen para bajar el coeficiente de pago inicial, reducir los tipos de interés hipotecarios y los impuestos y tasas sobre las transacciones".

La ciudad suroccidental de Chengdu suavizó los límites para la compra de viviendas el mes pasado y Pekín anunció también la semana pasada "medidas optimizadas" para permitir a algunos residentes comprar un piso nuevo en distritos periféricos con el fin de impulsar la venta de viviendas.

Los analistas esperan más políticas de flexibilización y que los gobiernos locales compren más viviendas a los promotores para convertirlas en viviendas subvencionadas.